sábado, 15 de septiembre de 2012

Guachimontones

Guachimontones (o Huachimontones) es el nombre de un centro ceremonial y antiguo asentamiento prehispánico ubicado en la ciudad y municipio de Teuchitlán, aproximadamente a una hora al oeste de la ciudad de Guadalajara en el estado de Jalisco. Este asentamiento fue bautizado así por el nombre del lugar donde se descubrió este primer sitio arqueológico, posteriormente se han descubierto otros asentamientos de la misma Tradición Teuchitlán, una compleja sociedad que probablemente existió desde 300 a.C. hasta 900 d.C.
Este centro ceremonial incluye varias construcciones con un estilo arquitectónico peculiar, entre ellas varios túmulos cónicos escalonados o pirámides rodeadas de patios circulares, dos juegos de pelota, un anfiteatro y algunas terrazas y edificios.

La palabra Teuchitlán se deriva de la voz Teotzitlán o Teutzitlán que se interpreta como “lugar dedicado a la divinidad”, “lugar del dios Tenoch” o “lugar dedicado al dios reverenciado”.

Posiblemente la fundación del poblado se remonta a los aztecas que lo erigieron en un cerro denominado Huachimontón, al norte de su actual asiento. Fue fundado por integrantes de las tribus Nahuatlacas que colonizaron el centro de México en el periodo postclásico, sin embargo se sabe que las construcciones vecinas a Teuchitlán son anteriores a tal colonización. La cultura creadora de las construcciones en Guachimontones recibe el nombre de Tradición Teuchitlán, y tuvo su período de apogeo entre los años 200 y 400 d. C, desapareciendo hacia el año 900 d. C., posiblemente antes del arribo de los colonizadores náhuatl.
Teuchitlán fue un cacicazgo dependiente del señorío de Etzatlán y lo habitaban las tribus de los tecos.
El estilo arquitectónico particular de este asentamiento recibe el nombre de Guachimontón, y se asigna a los túmulos y estructuras hechos de niveles circulares escalonados. Se cree que tales estructuras, en el caso particular del asentamiento en Teuchitlán, eran utilizadas para ceremonias en honor al dios del viento Ehécatl, y que incluían un análogo del juego del volador, donde un sacerdote subía a un poste elevado para rendir honores a la divinidad. Poste que se colocaba en la cima de los túmulos.
Se desconoce quién bautizó a este sitio como "Los Guachimontones". Se cree que Guaje proviene de la palabra náhuatl “Huaxe” que combinándola con la palabra “montón” que es de origen castellano, se podría traducir entonces como "montón de guajes", ya que en la zona abundan los árboles de dicha especie (Leucaena leucocephala).
El sitio fue descubierto en 1970 y su investigación empezó en 1996. Sin embargo, pese a la poca investigación y conocimiento del sitio, se conoce importante información acerca del sitio, gracias al trabajo del investigador Phil Weigand, su esposa Arcelia García y equipo de investigación. Se propone el auge de esta ciudad entre los años 200 y 400 d.C. y su caída hacia el 900 d.C, aunque se sabe que su antigüedad es de más de 2 mil años.
El sitio actual abarca 19 hectáreas, aunque se estima que durante su apogeo tenía 24 mil, y que fue habitado por alrededor de 40 mil personas.
Como en muchos otros sitios del continente, es un común denominador, por ejemplo en Calixtlahuaca y en Tiahuanaco, Bolivia.6 las construcciones de Guachimontones han tenido maltratos a lo largo de los años, piedras de las ruinas se han usado para empedrar calles y levantar casas en el pueblo.
Es un sitio a gran escala, diseñado y creado como elemento de la sociedad. El entorno es considerado por los arqueólogos como "político", compuesto de estructuras diseñadas para imponer o preservar la unidad y el orden dentro de un territorio o para hacerle ajustes a gran escala o largo plazo.
El sitio consiste en estructuras circulares concéntricas, probablemente para adorar a sus dioses, principalmente a Ehécatl (Dios del Viento). El edificio ceremonial es un círculo perfecto así como las estructuras perimetrales.
Los conjuntos circulares sugieren un acceso restringido y de uso exclusivo para las familias de gobernantes y la casta sacerdotal. Los recintos circulares del occidente son únicos, pero su geometría sigue principios ampliamente cosmológicos, comprendidos y compartidos por los pueblos de Mesoamérica.
GuachimontonesEn el microcosmos arquitectónico de Teuchitlán, los gobernantes observaron un programa de festivales rituales cíclicos y la sociedad en general, vivía bajo este concepto ritual.
La definición de Weigan del complejo de montículos circulares de Teuchitlán está basada en cinco rasgos arquitectónicos diagnósticos:
 Una pirámide central.
 Un patio circular elevado que rodea la pirámide.
 Una banqueta circular que rodea el patio.
 Entre ocho y doce plataformas rectangulares sobre la banqueta.
 Criptas funerarias subterráneas debajo de algunas plataformas.
Teuchitlán (significa "lugar dedicado a la divinidad") era dedicado a la alabanza de los dioses. Los de Cultura Teuchitlán siempre hacían sacrificios y ofrendas antes de levantar algún edificio.
Tales ofrendas consistían en grandes fogones sobre la banqueta o maíz quemado debajo de los muros exteriores de la plataforma. Se han dado casos en los que se encontraron platos de cerámica colocados dentro o debajo de los muros.
 
 
 
 

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